El Primer Paro Cívico Nacional: 35 años para recordar y no olvidar


Presentamos siguiente texto del compañero Néstor Camilo Garzón Fonseca, integrante del Proyecto CEIS, quien participó en la CONVOCATORIA DE CRÓNICAS DEL PARO CÍVICO DEL 14 DE SEPTIEMBRE DE 1977, organizado por Memoria y Palabra, colectivo de la Universidad Nacional que desarrolla propuestas en torno al tema de la memoria.



Por: Néstor Camilo Garzón Fonseca // Educador e Investigador Social. 
Proyecto CEIS- Memoria Identidad y Territorio

El 14 de septiembre de 1977 es una fecha en la historia de Bogotá no se puede olvidar, un día en que en la ciudad llovió piedra.

Hacia tres años Alfonso López Michelsen había asumido la presidencia de la república, y Bernardo Gaitán Mahecha era el alcalde de Bogotá. El país tenía la esperanza que durante el gobierno de López Michelsen se realizaran reformas sociales y políticas, pero el Colombia por el contrario atravesó una crisis. Había especulación, descrédito de los partidos políticos y acentuación de la desigualdades sociales. Bajo estas condiciones se produce una fuerte protesta urbana y social. 

En agosto de 1977 se anuncio la realización de una Huelga General, que pronto fue calificada por el ministro de trabajo Rafael Pardo Buelvas como “subversivo y político”. Para la realización del paro se conformo un comité de coordinación que integraron varios sectores convocados por el Consejo Nacional Sindical, conformado por : Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC), Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), Unión de Trabajadores de Colombia (UTC), Confederación General del Trabajo (CGT) 

La protesta tuvo como plataforma los siguientes puntos: 

1. Aumento de los salarios por encima del 50 por ciento. 

2. Congelación de los precios de los artículos de primera necesidad y de las tarifas de servicios públicos. 

3. Suspensión del Estado de Sitio y respeto de las libertades políticas y sindicales.

4. Derogación del Estatuto Docente, reapertura y desmilitarización de las universidades, adjudicación de un presupuesto más adecuado a sus necesidades. 

5. Abolición de las normas de Reforma Administrativa para que los trabajadores de servicios del Estado puedan disfrutar del derecho de asociación, contratación colectiva y huelga. 

6. Entrega inmediata a los campesinos de las haciendas afectadas por el INCORA. 

7. Jornada de 8 horas y salario básico para los trabajadores del transporte. 

8. Suspensión de los decretos de reorganización del ICSS que lesiona los intereses de los usuarios y viola los derechos y conquistas de los trabajadores del mismo instituto. 

El 14 de septiembre de 1977 estallo el paro cívico mas fuerte quizás que se ha realizado en Bogotá, por ende la protesta urbana más importante de la segunda mitad del siglo XX. En Bogotá la población interrumpe el transporte y se enfrenta a las fuerzas del orden. Se produce desorden, interrupción del transporte y saqueos en almacenes y otros sitios al tiempo que la población es fuertemente reprimida.

Durante este día Bogotá vivió una oleada de inconformismo que se expreso en varios sectores y barrios de la ciudad, donde participaron en esta acción colectiva diversos sectores: obreros, empleados independientes, estudiantes, amas de casa y otros. Los principales escenarios de protesta y confrontación durante la jornada fueron: al noroccidente los barrios : Julio Florez, Las Ferias, La Estrada, Santa Helenita y Quirigua; en centro oriente : Pardo Rubio y Las Nieves; al occidente: Fontibón; al suroccidente; Kennedy, Nuevo Chile, Ismael Perdomo; al sur y sororiente: Alquería, Tejar, San Francisco, Claret, Santa Lucia, San Jorge, Las Colinas, La Fragua, Restrepo, Santa Isabel, La Victoria, Quindio. 

La jornada del paro tuvo un preámbulo de día 13 a las 11:45 pm cuando “Los voladores, lanzados desde las azoteas de diez edificios y de otras casas particulares, los que notificaron con el grito de júbilo de la pólvora que se aceraba la hora cero señalada por las directivas de las cuatro centrales obreras”, relata el historiador Medófilo Medina.

Por su parte Arturo Alape en su libro Un día de septiembre cuenta a través de testimonios de como sucedió esta jornada que demostró la fuerza de la clase obrera, estudiantil y en general del pueblo descontento. A continuación se muestra lo sucedido ese día en el sector del noroccidente de la ciudad, basado en la información del libro de Arturo Alape:

En el barrio La Granja la agitación aprovecho el problema de la valoración de la Autopista Medellín. La movilización se empezó a trabajar desde enero de 1977. Veinte días antes del paro cívico se hizo una asamblea en la cual se formaron comités pro-paro en los barrios La Granja y Las Ferias. El 12 de septiembre se involucraron los profesores de las escuelas de barrios como Tabora, San José, la Granja, Las Ferias los cuales invitaron a los padres de familia a sumarse al paro. 

Desde las primeras horas de la mañana del 14 de septiembre se expresa el descontento. En las calles se colocaron barricadas formadas con llantas, piedras, postes de luz, todo con el fin de bloquear las vías. Otro de los lugares que se obstruyo fue la entrada de buses hacia el sector del Minuto de Dios, donde paraban los troles.

“A las 8 de la mañana hubo un tumulto en la avenida 68 con carrera 68, cuando un grupo de agitadores, comenzó a lanzar piedras, obligando a la intervención del ejército. Igual situación se vivió cerca del Minuto de Dios, en la calle 68 con la avenida 68 ; cerca del barrio El Encanto un grupo de manifestantes se tomaron la calzada causando pánico con la quema de un vehículo Simca y el destrozo de un camión de Pepsi-cola...”

Hacia las 11 am, la situación se hace difícil a nivel de orden público, en la calle 68 con avenida Rojas se presentaron pedreas y luego a la altura del barrio la Estada. Luego el almacén Yep fue asaltado y saqueado por un grupo numeroso de revoltosos. Varios artículos fueron expropiados por los saqueadores antes que la policía pudiera controlar la situación. 

“Antes de tomarse el almacén Yep ensayaron primero con el almacén Tampico. Las rejas no cedieron a la fuerza. Entonces fueron a ensayar con el Yep, las rejas sí cedieron. La policía está a unos trescientos metros por la Avenida Rojas Pinilla y parece que no creyeron que la gente iba a ser capaz de meterse. Y cuando recibieron la noticia y la verificaron, el almacén estaba medio desocupado”.

Durante este día también varias personas atacaron el almacén Only y la Caja Agraria. A una valla de Carlos Lleras Restrepo le tiran tanta piedra que lo dejaron sin gafas. En el barrio Santa Helenita, un policía le disparo a un muchacho y la personas que observaron se rebelaron contra el uniformado, hecho que motivo la llegada del ejercito. 

En otros lugares de la ciudad se producen hechos similares, siguiendo a Medina (1984:154-160). “Fue también parcialmente tomado el almacén Tía del barrio Inglés. En algunos lugares se produjeron asaltos a cinco empresas industriales medianas. Además hubo intento de las multitudes de tomarse la estación central de teléfonos de Bogotá y una estación de energía eléctrica en el sur...” Pero como lo señala este autor: “Las tomas y los saqueos que se produjeron el 14 de septiembre no constituyen en modo alguno el aspecto más representativo o extendido del paro cívico, visto desde el ángulo de la protesta urbana...”, ya que la clase dominante, los medios de comunicación y el gobierno se valieron de estos hechos para descalificar el paro, haciendo ver una protesta que fue justa, como un acto “violento e ilegal”, y por tanto lo reprimieron violentamente.

El Paro Cívico Nacional del 14 de septiembre fue una protesta popular y barrial que dejó bien claro que cuando el pueblo se organiza y reclama, por medio de acción y movilización puede alcanzar muchas cosas, aunque sea descalificado, perseguido y reprimido.

Quienes vivimos está fecha de la historia de la ciudad, creemos que es imposible vivir sin recordar lo que fue este día.

Ver información en:

Crónica en el marco de la CONVOCATORIA DE CRÓNICAS DEL PARO CÍVICO DEL 14 DE SEPTIEMBRE DE 1977 
http://www.memoriaypalabra.blogspot.com/2012/09/convocatoria-de-cronicas-del-paro.html

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