Documental FELICIANO VALENCIA Y LOS MUROS DE LA INJUSTICIA...




DANDO MATERILE / TESTIMONIOS

FELICIANO VALENCIA Y LOS MUROS DE LA INJUSTICIA...

El martes 15 de septiembre de 2015 es detenido por las autoridades colombianas Feliciano Valencia, uno de los líderes indígenas más importantes del país. Se le acusa de haber secuestrado a un cabo del ejército, mientras se realizaba la Minga social, indígena y popular del año 2008.

Por las inconsistencias del proceso, la detención de Feliciano Valencia se puede considerar como un falso positivo judicial, lo que aviva el debate nacional sobre cuestiones tan importantes como el reconocimiento de la legitimidad y legalidad institucional de la justicia indígena frente a la justicia ordinaria, y genera interrogantes sobre la situación actual del movimiento indígena colombiano, sus aportes al movimiento social y las dificultades que enfrenta. 




¡LIBERTAD PARA FELICIANO VALENCIA!

En este país que sigue DANDO MATERILE a sus gentes, la historia de Feliciano Valencia y de los Nasa, aquellos que siempre han estado, es otra historia difícil de olvidar...

Ser del Sur o la imposición de la idea de inferioridad del otro

Ser del Sur o la imposición de la idea de inferioridad del otro [1]

Por: Andrés Felipe Ortiz Gordillo - Proyecto CEIS / MAD [2]
Fotos: Catalina Rojas (Barrio Nueva Esperanza, localidad Rafael Urube Uribe, año 2006)





La idea de Sur tiene múltiples interpretaciones. El sur es, por supuesto, una referencia geográfica, espacial. Para el caso de la ciudad de Bogotá, en el sur se concentra buena parte de la tragedia configurada en el mundo occidental: la miseria económica, la exclusión política, la explotación laboral, la discriminación cultural, la muerte ideológica, expulsión tecnológica, el destierro social… Pero estas trágicas características no son exclusivas del sur territorial, son más bien distintivos de un Sur que se ha extendido por los nortes, los orientes y los occidentes planetarios.

El Sur se nos presenta como una idea que supera las determinaciones geográficas y nos ubica en el plano de las relaciones y las interacciones sociales, políticas, culturales, ideológicas, tecnológicas, epistemológicas y económicas. A esta idea del Sur nos podemos acercar desde dos enfoques: el primero involucra una mirada externa de los territorios Sureños, una mirada que por efectos de consolidarse en las centralidades del poder político y económico se puede denominar como “hegemónica” [3], la cual concibe el Sur desde sus insuficiencias, privaciones y ausencias,  y donde el sur, en tanto representación de “la carencia”, se convierte en territorio/comunidad susceptible de intervención e injerencia.

Este enfoque predica “la idea de inferioridad del otro”, al decir de Boaventura de Sousa Santos (2009, 213), donde la mirada que se ejerce sobre los territorios de Sur por parte de las hegemonías “tiene mucho de imperial”, es decir, “es una acción de control y de sumisión” por cuanto el proceso de reconocimiento del otro “no se limita a establecer la inferioridad, sino que la legitima y la profundiza. Lo que se descubre está lejos, abajo, en los márgenes, y esa ‘ubicación’ es la clave para justificar las relaciones [de dominación] entre descubiertos y descubridor.” (Santos, 2009, 214)

Esta lectura clasista, mediada por visiones productivistas aplicadas a la interpretación y la acción político económica los territorios del Sur y de sus pobladores, los sureños, posibilita “la aplicación de conceptos acuñados para otras realidades, [lo que genera una lectura descontextualizada] de esos espacios donde los sectores populares oscilan entre la rebelión, la dependencia de los caudillos y la búsqueda de prebendas del Estado. [Desde las hegemonías] se insiste en considerar las barriadas como una suerte de anomalía, casi siempre un problema y pocas veces como espacios con potenciales emancipatorios.” (Zibechi, 2008, 33)

En el marco de este enfoque, las empresas de la información masiva cumplen un papel fundamental, por cuanto se imponen como dispositivo social que posibilita a las hegemonías la inscripción la idea de inferioridad del otro, del otro del Sur, en la conciencia pública. Evidencia de esto se sintetiza en la manera como se representa a las comunidades del sur en los medios masivos hegemónicos:

En el sur de Bogotá, en la localidad de Bosa, las autoridades tuvieron que atender otro enfrentamiento protagonizado por hinchas de Millonarios y seguidores de otros equipos, dejando como balance una persona muerta… (El Espectador, 19/06/2015) …Desde hace varios años, las autoridades ambientales tenían identificado al sector de Sevillana, en el sur de la ciudad, como el punto de mayor concentración de emisiones contaminantes en la ciudad. (El Tiempo, 19/06/2015) Dos menores resultaron heridas en el sur de Bogotá a causa de una bala perdida durante la celebración del triunfo de Colombia. (El Espectador, 18/09/2015) Tiroteo dejó dos muertos y seis heridos en el sur de Bogotá. Ocurrió en Ciudad Bolívar. Policía asegura que atacante quería matar a su ex mujer. (El Tiempo, 31/05/2015)



En estas notas de prensa (fragmentos) evidenciamos una serie de estrategias discursivas hegemónicas que implementan los medios de información para desenfocar y minimizar la potencia subversiva[4] de los sureños. Estas estrategias son la omisión, la eufemización y estigmatización, la victimización y la criminalización que se hace del Sur desde el discurso informativo hegemónico. Miremos brevemente cada estrategia.

En primer lugar los sureños son omitidos del discurso mediático hegemónico en la medida que las voces populares que circulan por los territorios del sur, aquellas donde se condensan expresiva y simbólicamente las lógicas sureñas, se excluyen de los procesos de producción mediática. Pareciera que los pobladores del sur no tuvieran nada que decir sobre ellos mismos y sobre sus circunstancias.

Los sureños también son eufemizados y estigmatizados, en la medida que lo popular sureño se presenta como “lo peligroso”, como “lo sub–urbano”, como aquello que hay que evitar. Al tiempo, el sur popular se presenta como objeto de intervención pública urgente: la gente se muere de hambre, se mata sin motivo, no tiene servicios públicos, etcétera, por lo que los ciudadanos “de bien” tienen que “solidarizarse caritativamente” con la situación de estos pobladores marginados, sobre todo cuando la intervención policiva (en “representación legítima” del Estado) no logra dar cuenta de los problemas y las necesidades que en los territorios del sur se presentan.

En paralelo a la eufemización y la estigmatización, los sureños son victimizados. Los medios hegemónicos promueven una mirada descontextualizada sobre “los pobres del sur”, en donde no se reconoce que ellos son producto de la implementación y despliegue global del sistema capitalista. Por el contrario, a los pobres se les concibe como “los pobrecitos”, aquellos individuos a los que hay que ayudar (cuando se dejan) y, fundamentalmente, individuos a los que hay que tener miedo. Los pobres son, para los medios de comunicación hegemónicos y por extensión para el grueso de la sociedad (constituida ella misma por una plétora de pobres), “menores de edad”, individuos que, diría Kant, no son capaces de pensar y actuar “sirviéndose de su inteligencia” porque: “¡Es tan cómodo no estar emancipado!” (Kant, 1994)

La victimización como estrategia de reducción del debate público funciona, aquí, no directamente sobre los temas y contextos públicos, sino sobre los actores sociales, sobre los ciudadanos populares y sobre lo que ellos representan. Lo que hay es una reducción de las posibilidades de ser y de existir, por la vía no de la negación sino de la disminución, diríamos más bien de la des–valorización, del otro y de lo otro. Al pobre no se le niega en su existencia, sobre todo porque se sabe de ella en tanto el pobre es agente fundamental de los miedos sociales, sino que se le des–precia, se le menos–precia, se le rebaja y, por efectos del pensamiento social economicista que se le aplica, se le esquiva y se le arrincona a la periferia, al sur, su espacio “natural”.

Finalmente, la criminalización funciona como síntesis de la marginación del “pobre sureño” en el debate público. El señalamiento criminal funciona como estrategia de deslegitimación en el espacio público: al bandido se le endilgan las facultades del engaño, de la trampa, de la estafa. Su acción comunicativa es, per sé, un disfraz, una simulación, un embuste, por lo que la sociedad en su conjunto no puede confiar en él.  



Paralelo a este enfoque externo de los territorios y pobladores Sureños se constituye una segunda vía, de carácter reivindicativo aunque no idealista (existen las evidencias para comprobar su validez teórica y práctica), que surge desde una mirada interna, desde el mismo sureño que se reivindica como sujeto transformador, una mirada que formula una interpretación del Sur a partir de la historia y lo potencial.

Desde la historia, los Sureños son sujetos concebidos en la resistencia: resistencia al olvido, a la marginación, a la pobreza, sujetos que han sabido crear estrategias de supervivencia que, a su vez, establecen formas particulares (rituales, estéticas, lenguajes, etc.) que les permiten “saberse en el mundo”. Desde lo potencial, los Sureños han sabido hacerle frente a la marginación, al olvido y a la pobreza, creando sistemas de intervención comunitaria y popular a los problemas de la vida cotidiana. Un ejemplo de ello son los sistemas populares para la construcción de vivienda, que involucran acciones como la “mano prestada” y el “convite”, donde por la vía de la acción colectiva los pobladores del sur logran, mediante procesos de autoconstrucción comunitaria, edificar sus viviendas. Junto a estas acciones hay otras múltiples que promueven sistemas de producción (económica, cultural, política) que posibilitan a los Sureños crear soluciones innovadoras a los problemas cotidianos.

Hay que decir que estos dos enfoques conviven en tensión permanente, reconfigurando los escenarios de deliberación pública que involucran acciones de atención / desatención a poblaciones específicas de la sociedad. La idea del Sur se podría concretar, entonces, como una nueva territorialidad que corresponde a aquellas comunidades y sujetos que han sido históricamente desconocidos por las centralidades del poder político, económico y cultural, los cuales, acudiendo a medios “no convencionales” para el sistema del capital (la solidaridad, la austeridad, la informalidad, el rebusque, etc.), han establecido otros modos de relacionarse con la ciudad y con los ciudadanos.

El Sur es, entonces, una idea que se concreta en territorios específicos de la ciudad donde los sujetos Sureños recrean, en perspectiva histórica, otros modos, estéticas, lenguajes, pensamientos y sistemas de relacionamiento. Este Sur no es, en este sentido, un punto cardinal o una referencia meramente geográfica. Es más bien una referencia cultural y social que posibilita a los sureños sentirse parte de un territorio en el que comparten formas de hacer, pensar, sentir y ser. Al decir del poeta – presidente del Uruguay, Pepe Mujica, ser del Sur es:

Ser y venir cargando, inequívocamente, con los millones de compatriotas pobres, en las ciudades, en los páramos, en las selvas, en las pampas, en los socavones. (…)[ser del sur es cargar] con las culturas originales aplastadas, con los restos del colonialismo (…), con bloqueos inútiles.[Ser del sur es cargar] con las consecuencias de la vigilancia electrónica que no hace otra cosa que sembrar desconfianza. (…)[Ser del sur es cargar] con una gigantesca deuda social, con la necesidad de defender la Amazonia, los mares, nuestros grandes ríos. (…)[Ser del sur es cargar] con el deber de luchar por patria para todos. (…)[Ser del Sur es combatir] a la economía sucia, al narcotráfico, a la estafa, el fraude y la corrupción, plagas contemporáneas, prohijadas por ese antivalor, ese que sostiene que somos felices si nos enriquecemos sea como sea. (…)[Ser del Sur es combatir el sacrificio de] los viejos dioses inmateriales. Les ocupamos el templo con el dios mercado, que nos organiza la economía, la política, los hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas y tarjetas, la apariencia de felicidad. (…)[Ser del Sur es combatir] una vida de derroche y despilfarro, [que] en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza, contra la humanidad como futuro. (…)[Ser del Sur es] combatir lo peor de una civilización que atenta contra la libertad que supone tener tiempo para vivir las relaciones humanas, lo único trascendente: el amor, la amistad, aventura, solidaridad, familia. (…)[Ser del Sur es combatir el] arrasamiento de la selva, las selvas verdaderas, [para que no se nos implanten las] selvas anónimas de cemento. (…) (Mujica, 2013)


Referencias bibliográficas

Fals Borda, Orlando. (1969) Subversión y cambio social. Bogotá: UN, Tercer Mundo Editores.
Kant, Immanuel. (1994) ¿Qué es la Ilustración? En: Filosofía de la Historia. México: FCE. Recuperado de: http://goo.gl/Le2eWn
Mujica, José. (2013) Discurso del presidente Mujica en la asamblea general de la ONU 2013. Recuperado de: https://goo.gl/y7Vxvk
Periódico El Espectador. (18/09/2015) Ofrecen recompensa por información sobre personas que hagan disparos al aire.
Periódico El Espectador. (19/06/2015) Un muerto y un herido dejó la celebración del cumpleaños de Millonarios.
Periódico El Tiempo. (31/05/2015) Tiroteo dejó dos muertos y seis heridos en el sur de Bogotá.
Periódico El Tiempo. (19/06/2015) Bogotá podrá pronosticar su calidad del aire.
Santos, Boaventura de Sousa. (2009) Hacia una sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias. En: Una epistemología del Sur. México: CLACSO, Siglo XXI Editores.
Zibechi, Raúl. (2008) América Latina: periferias urbanas, territorios en resistencia. Bogotá: Ediciones Desde Abajo.




[1] Las reflexiones propuestas en este artículo son producto de la investigación titulada: “Eso fue lo que se inventaron los pobres del sur para contarse a sí mismos…: Alter-comunicación y construcción política de lo público en el sur de Bogotá”, realizada por el autor en la UPN, año 2014.
[2] Comunicador social, Especialista en pedagogía de la comunicación y Magister en Estudios Sociales. Educador e investigador social. Integrante del Proyecto CEIS – Colectivo de Estudios e Investigación Social y del Observatorio Medios al Derecho – MAD. andresfortizg@yahoo.es
[3] La hegemonía se debe entender, en la perspectiva de Ernesto Laclau, como “la capacidad de un grupo de presentar su proyecto particular como encarnando el interés general (un particular que genera en torno a sí un universal), una relación contingente, siempre incompleta, contestada y temporal. No se trata sólo de liderazgo ni de mera alianza de fuerzas, sino de la construcción de un sentido nuevo que es más que la suma de las partes y que produce un orden moral, cultural y simbólico en el que los sectores subalternos e incluso los adversarios deben operar con los términos y sobre el terreno de quien detenta la hegemonía, convertida ya en sentido común que no puede quebrarse desde la absoluta exterioridad que condena a la irrelevancia.” (Errejón, 2014) Así, el concepto de hegemonía supone que “ninguna lógica hegemónica puede dar cuenta de la totalidad de lo social y constituir su centro, ya que en tal caso se habría producido una nueva sutura y el concepto mismo de hegemonía se habría auto eliminado. La apertura de lo social es, por consiguiente, la precondición de toda práctica hegemónica. (…) Así pues, el poder no adquiere nunca un carácter fundacional; de manera tal que el campo de la política como espacio de un juego nunca es suma cero, porque las reglas y los jugadores no llegan a ser jamás plenamente explícitos. Este juego, que elude al concepto, tiene al menos un nombre: hegemonía.” (Laclau, 1987, 241)
[4] Entiéndase como la capacidad de los sujetos de transformar el sistema de valores y principios que rigen un sistema social establecido. Dice Orlando Fals Borda sobre la subversión que, en tanto palabra se le ha entendido como una acción que refiere “a actos que van en contra de la sociedad, y por lo tanto designa algo inmoral…”  pero “una vez que se estudian las evidencias y se analizan los hechos, aparece aquella dimensión de la subversión que ignoran los mayores y los maestros, que omiten los diccionarios de la lengua y que hace enmudecer a los gobernantes: se descubre así cómo muchos subversores no pretenden ‘destruir la sociedad’ porque sí, como un  acto ciego y soberbio, sino más bien reconstruirla según novedosas ideas y siguiendo determinados ideales o ‘utopías’ que no acoge la tradición…” (Fals Borda, 1969, 2-3) 

Conversatorio MÁS ALLÁ DEL CONFLICTO ARMADO: otras expresiones de los estudios en memoria



Objetivo:

Reflexionar sobre los diferentes escenarios de agenciamiento de la memoria social y colectiva, paralelos a aquellos que se han vinculado de manera directa con el conflicto armado y sus expresiones de violencia.

Justificación:

La memoria más allá de la violencia” propone un debate en torno a las múltiples expresiones sociales y colectivas de la memoria, asumiendo que en el marco de la violencia en Colombia y de cara a unos posibles escenarios de justicia transicional y de postconflicto, los estudios de memoria parecen legitimar su relevancia frente al tema de las víctimas, de la economía moral del perdón y de reconstruir memorias históricas desde quienes han sufrido los vejámenes de los grupos armados del conflicto interno.

Sin embargo, el campo de la memoria es mucho más amplio y requiere ser profundizado en sus diferentes expresiones, de cara a reflexionar sobre otras verdades, otras historias y otras formas de estar en el mundo que no se inscriben en la dinámica violenta del conflicto armado y su superación. De esta manera, procesos de memoria cultural, territorial / barrial, organizativa, entre otros, parecen quedar al margen de la discusión.


Planteamos organizar un conversatorio que gire en torno a responder si acaso el campo de estudios de memoria en Colombia se agotó en las víctimas del conflicto armado, a partir de preguntas guía como: ¿Los estudios de memoria en Colombia has sido copados por el conflicto armado y las expresiones de violencia?, ¿qué otras memorias son relevantes en la construcción de una cultura de paz, desde escenarios cotidianos y diversos?, ¿qué papel han jugado en los estudios de memoria los procesos culturales, territoriales / barriales, organizativos, etc.? 




10 AÑOS DE LA ALAMEDA (Documental censurado en Facebook)

Documental que trata la historia de la Asamblea Popular y Cooperativa de Trabajo "20 de diciembre" de Parque Avellaneda, en Buenos Aires, Argentina. 

Uno de los objetivos de la Asamblea Parque Avellaneda, más conocida por la Alameda, es luchar por fuentes de trabajo dignas y no sólo a la asistencia directa, se creó la Cooperativa “20 de Diciembre” que se encuentra registrada oficialmente. Esta cooperativa que tiene su propia marca, No Chains, nació con un objeto social amplio, que le permite desarrollar múltiples emprendimientos productivos, de los cuales actualmente funcionan los siguientes: - Taller textil. - Taller de estampería textil. - Buffet. - Taller de artesanías en cerámica. 

El documental está bloqueado para su distribución pública en la red social Facebook.  



Ver: https://laalameda.wordpress.com/

El documental que Pacific Rubiales no quiere que veamos: Operación Pacific Rubiales

Por: Bladimir Sánchez Espitia 
Periodista Audiovisual y Defensor de Derechos Humanos 

Twitter @xBladimir




Pacific Rubliales Energy socio oficial de la selección Colombia, paga publirreportajes, ha invertido más de 15 millones de dólares en publicidad, con acciones en el diario el Tiempo y Cable Noticias, e incluso intento comprar Caracol; el periodista Héctor Rodríguez Director de la revista Primera Página, ha sido demandado en cinco ocasiones por esta petrolera canadiense, por revelar varios escándalos financieros que involucraban a sus directivos o filiales, por cada demanda exigían 5 millones de dólares como indemnización, otro caso relevante, es el del periodista Daniel Pardo columnista del periódico Kienyke, quien fue despedido por escribir un artículo de opinión luego de criticar la manera como estaba incidiendo la pauta de Pacific Rubiales. (Para ampliar la información léase: http://lasillavacia.com/elblogueo/cco...)

En la realización de este documental fuimos perseguidos y fotografiados por la seguridad física de Pacific Rubiales Energy, a un abogado del equipo de investigación, le fueron hurtados de su apartamento los equipos de comunicación, situación que me obligo a cambiar de vivienda en repetidas ocasiones.

Tienen todos los medios captados: razón por la cual nace este documental brindando otra perspectiva contada desde las mismas comunidades afectadas, en conjunto con ex empleados de Pacific, periodistas e investigadores, académicos, sindicalista, y defensores de derechos humanos; el documental busca que quienes lo observen, se permitan repensar el concepto de soberanía y territorio en Colombia, pues, en este país se favorece a la transnacional Pacific Rubiales Energy y por consiguiente se pone en detrimento a las comunidades, el medio ambiente, los trabajadores e inclusive a Ecopetrol. 

Busca abrir el debate sobre la profundidad de hacer periodismo en Colombia, y como los medios de comunicación legitiman la presencia de multinacionales mineras en el país ¿será esta situación la que desactiva las denuncias laborales y fiscales?
Desde la llegada de las compañías petroleras en el Municipio de Puerto Gaitán (Meta) hay un gran número de asesinatos y desapariciones, la gente teme hablar, las campañas políticas son muy agresivas, cuentan con presupuesto de más de 5 mil millones de pesos para conseguir la alcaldía y es evidente la sumisión de las autoridades civiles y militares a Pacific, presentando así toda una maraña de corrupción.

La Red de Hermandad y Solidaridad junto a otras organizaciones de derechos humanos denuncia: “las Amenazas de muerte a dirigente comunitario, su familia y al sindicato, hackean sitios de información, roban computadores y registros de las audiencias de Puerto Gaitán, como es el caso del: Juicio Ético y Político contra el despojo acaecido el sábado 20 de julio de 2013, en el que fue atacada la Casa de la Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia (REDHER) en Bogotá, desconocidos entraron al lugar y se llevaron computadores, grabadoras y cámaras fotográficas de la entidad organizadora de la audiencia hacia el Juicio Ético y Político a la Pacific Rubiales, y de la delegación canadiense -país de origen de la multinacional- que acompañó las denuncias de la Unión Sindical Obrera USO y las organizaciones sociales de Colombia.” (Más información en: 
http://juicioe.redcolombia.org/)

En el Documental Operación Pacific Rubuales, las comunidades cuentan como son perseguidos, amenazados y despojados de sus tierras y territorios. Pacific Rubiales Energy tiene a su disposición una gran infraestructura de seguridad, se puede observar que aparte de su gran seguridad privada tiene su propio batallón militar con más de 100 hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) listos a seguir sus órdenes, ante este panorama las comunidades se preguntan ¿por qué en campo Rubiales se siente tan fuerte la presencia paramilitar?

Estamos en plena negociación de la Paz, la pregunta para formular seria la siguiente: Pacific Rubiales Energy con la ayuda de la fuerza pública persiguen a los sindicalistas de la USO y los trata como terroristas, ¿ésta situación ha contribuido directamente en la escalada del conflicto social y armado que vive Colombia?



Notas relacionadas: 


Libro DE LA TIERRA AL OLVIDO Y OTRAS HISTORIAS DE MUJERES EN MEDIO DEL CONFLICTO







A las mujeres se les impuso la guerra

“(…) Fue así como llegaron las historias y, con ellas, las mujeres que ahora les presentamos en esta compilación llamada De la tierra al olvido y otras historias de mujeres en medio del conflicto. Llegaron primero las historias, porque eso era lo que se pretendía: buscar relatos significativos de colombianas y colombianos que nos permitieran conocer un poco la profundidad de los múltiples dramas que nos corresponden como sociedad, y de las múltiples resistencias y esperanzas que se construyen en medio de tantas dificultades. Luego, en la lectura común de las crónicas, los reportajes, las entrevistas, los perfiles, los relatos que fueron saliendo de estos acercamientos a personajes que nos íbamos encontrando en las calles, nos fuimos dando cuenta de que buena parte de lo que se nos contaba estaba relacionado con eso que suele llamarse, en los ámbitos académicos, políticos y mediáticos, el conflicto armado, y que la gente que por ahí camina llama simplemente la Guerra, así, la Guerra, con mayúscula y sin eufemismos. (…)

El libro De la tierra al olvido y otras historias de mujeres en medio del conflicto se inscribe en las lógicas de una nueva pedagogía ciudadana en defensa, promoción y reivindicación de los Derechos Humanos en Colombia, especialmente hoy cuando las organizaciones nacionales y los organismos internacionales de Derechos Humanos señalan una situación que sigue siendo desfavorable para amplios sectores de la sociedad. La propuesta, en este sentido, se concibe desde sus posibilidades de acción política ciudadana, bajo el supuesto de que las cuestiones políticas no son meros asuntos técnicos destinados a ser resueltos por expertos, sobre todo cuando estos expertos han demostrado su incapacidad o su imposibilidad de formular otros escenarios para formular propuestas integrales, viables y sostenibles en pro del fortalecimiento de propuesta de paz y para la reivindicación de la democracia en el país.”

Esta publicación fue producto del trabajo realizado por el Proyecto CEIS –Colectivo de estudios e investigación social­– con jóvenes periodistas, y se concreta en esta publicación editada y financiada por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del Distrito.  

DOCUMENTAL Resistencia AntiMinera: PIEDRAS NO SE VENDE





El 99,2 por ciento de los habitantes del Municipio de Piedras, ubicado en el Departamento del Tolima, se negaron, en Consulta Popular realizada el pasado 28 de julio de 2013, a que en su jurisdicción se ejecuten actividades mineras relacionadas con la explotación de oro. Esta decisión de los ciudadanos (el constituyente primario, que llaman), se convierte en un referente a nivel nacional sobre cómo pueden participar las comunidades en las decisiones que afectan su desarrollo, el de su territorio y los recursos que contiene. 

Después de la realización de la consulta popular, 2.971 ciudadanos del municipio decidieron que no aceptaban la incursión de empresas mineras nacionales o multinacionales que como la AngloGold Ashanti utilicen, en promedio, “un metro cúbico de agua para lavar o lixiviar una tonelada de roca y extraer de ella un solo gramo de oro. En la mina de Yanacocha, en Cajamarca (Perú), en donde solo extraen 0,4 gramos de oro por tonelada de roca, se consumen y contaminan entre 2 y 3 metros cúbicos de agua por tonelada de roca procesada. (…) Consideramos que de La Colosa se podrían estar depositando en Piedras alrededor de 190.000 toneladas [de desechos o material de lodos] por día”, según expresó Luis Carlos Hernández de Ecoterra, una de las organizaciones promotoras de la Consulta Popular (El Tiempo. 29/07/2013).


Ver: DECLARACIÓN DE APOYO CIUDADANO
EN PIEDRAS, TOLIMA, DIJERON NO A LA MEGAMINERÍA
Agosto de 2013
http://proyecto-ceis.blogspot.com/2014/03/en-piedras-tolima-dijeron-no-la.html

“LA VIVIENDA EN COLOMBIA: ¿Y LAS VÍCTIMAS QUÉ?”

IV CONVERSATORIO DE ALTERNATIVAS [COMUNICATIVAS] PARA LA PAZ
“LA VIVIENDA EN COLOMBIA: ¿Y LAS VÍCTIMAS QUÉ?”

 MIÉRCOLES 04 DE JUNIO DE 2014 // 10 am -  1 pm
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS - AUDITORIO FUNDADORES
(Carrera 9 No 51 – 11 Piso 2, Bogotá D.C.)

ENTRADA LIBRE




Objetivos de la jornada

1. Reflexionar sobre la política que viene implementando la administración distrital y el gobierno nacional en torno al tema de la vivienda en Colombia, así como sobre el papel de las víctimas en la definición e implementación de estas políticas.
2. Acercar a la comunidad académica al trabajo y las discusiones que las víctimas vienen planteando frente al tema de la vivienda en Colombia y el distrito, a partir de la estructuración de Organizaciones Populares de Vivienda.
3. Presentar a la comunidad académica el trabajo realizado desde el modular 3, sexto semestre, con la Organización Popular de Vivienda, OPV Mar y Sol de la localidad de Suba, que agrupa a un conjunto de 80 personas víctimas del conflicto colombiano (personas en situación de desplazamiento) que defienden su derecho a la vivienda digna.







Los éxodos de la memoria: aportes del desplazamiento forzado a las dinámicas socioculturales de la periferia Bogotana


Un contexto necesario...
En ¡Basta Ya! Colombia, memorias de guerra y dignidad, último informe realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica sobre el conflicto colombiano y los procesos de resistencia que se han generado desde la sociedad civil, se señala que uno de los delitos de lesa humanidad que más impacto ha tenido sobre los colombianos es el del desplazamiento forzado. Según este informe, y siguiendo las cifras más modestas, “entre el 2003 y 3l 2012, un total de 2.729.153 personas fueron desplazadas”[1], lo que ha convertido al desplazamiento forzado en un “fenómeno masivo, sistemático, de larga duración y vinculado en gran medida al control de territorios estratégicos (…), a intereses económicos y políticos que presionan el desalojo de la población civil de sus tierras y territorios…” (CNMH, 2013: 71).
Paralelo a la crisis humanitaria generada por el desplazamiento forzado de personas, se generan otros escenarios de conflicto a la población desplazada y a las comunidades receptoras. Estos escenarios tienen que ver con la transformación de las prácticas socioculturales; la pérdida de las actividades económicas y de los medios de sustento propios de las comunidades y personas desplazadas; la fractura del tejido social comunitario que se construye en los procesos de poblamiento y habitación permanente del territorio (en el territorio se construyen territorialidades, que no son otra cosa que los modos socioculturales, políticos y económicos que se establecen en la relación entre las comunidades y de ellas con los espacios físicos); el despojo de tierras, la pérdida de las propiedades privadas y colectivas, el cambio de vocación en los procesos productivos regionales, así como la apropiación y la acumulación de tierras despojadas por parte de los actores de la guerra son otras consecuencias que trae consigo el delito del desplazamiento.
Por su parte, las ciudades y comunidades receptoras de la población en condición de desplazamiento sufren también los efectos del conflicto, por cuanto son espacios que no se encuentran preparados económica, política, cultural, psicosocialmente, para la recepción de estas comunidades y personas en condición vulnerable: “Evidentemente la desterritorialización de un grupo en particular tiene el efecto de desestructurar las diferentes redes de intercambio que configuran el grupo. (…) La relación entre sujeto y espacio se transforma de manera abrupta. Esta ruptura, la fractura del proyecto de vida, se evidencia en algunas consecuencias de los desplazados al llegar a lugares ‘finales’ de habitación: el ingreso a barrios de invasión, espacialmente segregados, la incursión a la economía informal o al desempleo” (Castillejo, 2000: 69).
En este escenario hay que destacar que Bogotá ha sido, históricamente, la ciudad que recibe el mayor número de población desplazada en el país. Según los informes del Sistema de Población Desplazada de Acción Social (SIPOD), a “Septiembre 30 de 2011 había en el país un total de 3.775.416 personas en situación de desplazamiento forzado, equivalente a 867.756 hogares. De este total entre 1997 y 2011, Bogotá recibió 320.518 personas, (82.637 hogares), lo cual significa que la ciudad recibió cerca del 8,3% frente al total de población Nacional”, lo que genera, por supuesto, grandes retos a la ciudad.
Estos retos tienen que ver no sólo con la urgente atención humanitaria y psicosocial que requieren estas poblaciones bien-venidas de lejos, sino también con procesos de carácter sociocultural que, inscribiéndose en la lógica de los estudios de la memoria del conflicto, contribuyan en la indagación sobre los aportes que estos procesos de migración forzada han hecho a la ciudad de Bogotá porque, como dice William Ospina, “Todo lo que se pierde queda escrito en el alma. Y sin duda, cuanto más dolorosamente se perdió, y cuanto más querido era lo perdido, tanto más arraiga en la memoria su huella. Porque nadie abandona con gusto lo que ama. Y la memoria es entonces ese paraje, esa región que no puede sernos arrebatada...”[2]



[1] Esta cifra tiene como soporte el cruce de información de los informes de CODHES y el Registro Único de Víctimas, RUV. Otros informes realizados por organizaciones no gubernamentales (incluyendo la misma CODHES), señalan que el delito del desplazamiento forzado podría haber afectado entre 1985 y 2011, a un promedio de 5.288.206 personas (Cifras de CODHES citadas por el portal web verdadabierta.com).

[2] Ospina, William (2003). Trajimos sin pensarlo en el habla los valles. En: Memorias de la Segunda expedición por el éxodo: cultura y desplazamiento. Bogotá: Corporación Colombiana de Teatro / Colombia en el planeta.

En Piedras, Tolima, dijeron ¡NO! a la megaminería



DECLARACIÓN DE APOYO CIUDADANO
EN PIEDRAS, TOLIMA, DIJERON NO A LA MEGAMINERÍA
Agosto de 2013

El 99,2 por ciento de los habitantes del Municipio de Piedras, ubicado en el Departamento del Tolima, se negaron, en Consulta Popular realizada el pasado 28 de julio de 2013, a que en su jurisdicción se ejecuten actividades mineras relacionadas con la explotación de oro. Esta decisión de los ciudadanos (el constituyente primario, que llaman), se convierte en un referente a nivel nacional sobre cómo pueden participar las comunidades en las decisiones que afectan su desarrollo, el de su territorio y los recursos que contiene.

Después de la realización de la consulta popular, 2.971 ciudadanos del municipio decidieron que no aceptaban la incursión de empresas mineras nacionales o multinacionales que como la AngloGold Ashanti utilicen, en promedio, “un metro cúbico de agua para lavar o lixiviar una tonelada de roca y extraer de ella un solo gramo de oro. En la mina de Yanacocha, en Cajamarca (Perú), en donde solo extraen 0,4 gramos de oro por tonelada de roca, se consumen y contaminan entre 2 y 3 metros cúbicos de agua por tonelada de roca procesada. (…) Consideramos que de La Colosa se podrían estar depositando en Piedras alrededor de 190.000 toneladas [de desechos o material de lodos] por día”, según expresó Luis Carlos Hernández de Ecoterra, una de las organizaciones promotoras de la Consulta Popular (El Tiempo. 29/07/2013).

Pero resulta que más allá de los resultados de la consulta, ahora el gobierno nacional señala, por medio de funcionarios del Ministerio de ambiente y de la Agencia Nacional de Minería (ANM), adscrita al Ministerio de Minas y energía, “que se hará un estudio muy cuidadoso de la decisión, para verificar su pertinencia jurídica y preservar el ordenamiento constitucional y legal”, según señaló María Constanza García, presidenta de la ANM: “Una sentencia de la Corte Constitucional define de forma expresa que la decisión de establecer zonas excluidas de la minería les compete exclusivamente a las autoridades ambientales y minera” (El Tiempo. 29/07/2013).

Esto quiere decir que el gobierno nacional, así como multinacionales del tipo de la AngloGold Ashanti, interesadas en la explotación de la mina La Colosa, en Cajamarca, Tolima, de la cual hace parte del territorio de influencia el municipio de Piedras, podría llegar a desconocer la voz y el voto de los ciudadanos frente a la posibilidad de decidir sobre el futuro del territorio que han habitado históricamente, en favor no de los intereses de la nación y de los ciudadanos, sino de las empresas multinacionales que bajo la excusa de llevar “el desarrollo y el progreso” a las comunidades, generaría graves e irreductibles afectaciones al medio ambiente y a las dinámicas socioculturales de la región.

Frente a los resultados de las votaciones en Piedras, la multinacional AngloGold Ashanti, en defensa de sus intereses por encima de los intereses ciudadanos, emitió un comunicado manifestando su inconformidad con la pregunta formulada en el proceso de Consulta Popular ya que, según sus voceros: “La pregunta planteada para la consulta popular en Piedras exige una respuesta negativa de cualquier actor de la sociedad”, insistiendo en que “la descripción incluida en la pregunta no corresponde con nuestra manera de desarrollar la minería, esto es, de manera correcta y diferente”.[1]
Pero, ¿Cuál fue la pregunta formulada? Aquí el texto: "Está de acuerdo, como habitante del municipio de Piedras, Tolima, que se realice en nuestra jurisdicción actividades de exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte, lavado de materiales, provenientes de las actividades de explotación minera aurífera a gran escala, almacenamiento y el empleo de materiales nocivos para la salud y el medio ambiente, de manera específica el cianuro y/o cualquier otra sustancia o material peligroso asociado a dichas actividades y se utilicen las aguas superficiales y subterráneas de nuestro municipio e dichos desarrollos o en cualquier otro de naturaleza similar que pueda afectar y/o limitar el abastecimiento de agua potable para el consumo humano, la vocación productiva tradicional y agrícola de nuestro municipio".

Particular debate que se le plantea al país, en lo que refiere no sólo a la “Locomotora minera” del gobierno Santos, sino también e lo que refiera al manejo de la información. Esto porque, según se ha señalado, los resultados de la consulta popular dependieron en gran medida de la manera como fue formulada la pregunta de la Consulta, la cual, según ha dicho la AngloGold Ashanti, “exige una respuesta negativa de cualquier actor de la sociedad”, ya que “La descripción incluida en la pregunta no corresponde con nuestra manera de desarrollar la minería, esto es, de manera correcta y diferente.

Pero haciendo una consulta sobre la práctica minera, encontramos que, efectivamente, las actividades que se reseñan en la pregunta de la Consulta corresponden con la realidad, es decir, que efectivamente existen los procesos de “exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte, lavado de materiales” en la explotación minera, y que estas actividades implican el “almacenamiento y el empleo de materiales nocivos para la salud y el medio ambiente, de manera específica el cianuro”. También sucede en este tipo de actividades que se utilizan “las aguas superficiales y subterráneas de nuestro municipio e dichos desarrollos”, y que ellos pueden “afectar y/o limitar el abastecimiento de agua potable para el consumo humano, la vocación productiva tradicional y agrícola de nuestro municipio”.

Si bien se mira, el contenido de la pregunta no es, de ningún modo, tendencioso ni mentiroso. Al contrario, la pregunta sintetiza en términos generales las actividades, recursos y posibles afectaciones que se generan en el proceso de extracción minera aurífera (de oro) a gran escala.

Por ello consideramos que el debate informativo es otro: las multinacionales mineras, con el aval de los gobiernos nacionales y buena parte de los medios de comunicación, han venido informando sólo una parte, la que más les favorece, de sus actividades, recursos y afectaciones. Suele conocerse, así esto no corresponda necesariamente con la verdad, que con la el desarrollo de sus actividades llegará el desarrollo y el progreso; dicen que con ellos llega la inversión social (privada) y que con ellos llegan las oportunidades laborales. Es decir, las multinacionales están acostumbradas, parafraseando y contradiciendo a la directora de comunicaciones de la AngloGold Ashanti Colombia, a que “La pregunta planteada para la consulta popular en Piedras exija una respuesta positiva”.

Frente a lo anterior, y entendiendo como legítima la voz ciudadana expresada en los resultados legítimos de la Consulta Popular desarrollada el pasado domingo 28 de julio de 2013 en el municipio de Piedras, Tolima, los aquí firmantes abogamos como ciudadanos por el reconocimiento por parte del gobierno nacional y sus entidades intervinientes en el conflicto, así como por parte de la multinacional AngloGold Ashanti, de los resultados de dicha consulta para que, en consecuencia, expidan y acepten los correspondientes actos públicos administrativos a los que hubiera lugar, para que NO se realice ninguna actividad relacionada con la minería en la jurisdicción del municipio cuyos ciudadanos, en un 99%, decidieron informada y libremente sobre su propio futuro.


A nivel científico

La explotación de oro en cualquier parte acarrea muchos más problemas, más allá de los que se nombran en la pregunta. La emanación de gases, disminución en la calidad del agua en ríos y quebradas, y la contaminación por causa de los metales, aceites, cargas orgánicas y todo tipo de fluidos afectan directamente el entorno de los habitantes. El suelo, la atmósfera y el agua se ven afectados de una u otra forma, de manera que alguna vez se verán involucrados los seres humanos por dicha actividad.
El agua se ve directamente afectada por la mezcla que resulta entre todo este proceso. Dicho problema genera en este recurso la corrosión, la solubilidad de elementos metálicos y otras mezclas que perjudican el ecosistema.

Cada organismo viviente de la naturaleza se puede ver afectado por la destilación de productos utilizados para la purificación del oro, como por ejemplo el cianuro. Este elemento es bastante letal, debido a su presencia en estado líquido o gaseoso, lo cual permite su expansión a gran velocidad. En el caso de la explotación aurífera, el cianuro se utiliza para la purificación del oro.

Sin duda la ingestión directa de cianuro es altamente letal; sin embargo, la simple exposición a una gran cantidad de este material, sin importar su estado, puede provocar convulsiones, lesión en pulmones, fallas respiratorias e incluso fallas cardíacas. En todo caso, a largo plazo quien esté expuesto, sufrirá daños a nivel cerebral y cardiaco; debido a que el cianuro evita que las células del cuerpo reciban el oxígeno, causándoles la muerte. Precisamente tanto el cerebro como el corazón son los órganos que más utilizan oxígeno, por esta razón son los que más sufren las consecuencias del material conocido con las siglas CN.



A nivel jurídico

Además, Iván Cepeda Representante a la Cámara explica las siguientes violaciones a la Ley por parte de AGA.

Violación de las normas de constitución y funcionamiento por parte de la AGA:

La AGA ha incumplido sistemáticamente sus obligaciones fiscales.

La AGA ha fraccionado títulos para pagarle menos al Estado por concepto de canon superficiario La AGA acapara tierras y recursos hídricos estratégicos...

La AGA además de ser la empresa con mayor número de concesiones para el desarrollo de actividades mineras en el país, ha comprado de manera masiva predios ubicados en los lugares en donde espera desarrollar sus actividades mineras...

La AGA tiene títulos vigentes en parques naturales, que son zonas legalmente excluidas de la minería.

La AGA realizó exploraciones ilegales en zonas de reserva forestal y pese a ello el Gobierno le concedió posteriormente la sustracción para continuar explorando.

La AGA tiene títulos en páramos.

La AGA ha violado el derecho a la Consulta previa.

Funcionarios de la AGA han señalado como guerrilleros a ciudadanos y la empresa persigue a los funcionarios públicos que cumplen con sus funciones y afectan sus intereses

Teniendo en cuenta estas violaciones a la ley por parte de la multinacional, es más que aceptable la decisión tomada por parte de los habitantes del municipio de Piedras, Tolima.


Se adhieren a esta declaración, los firmantes anexos:


SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN ABA YÉ – USTA
CORPORACIÓN PROYECTO CEIS – COLECTIVO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN SOCIAL
FUNDACIÓN MEDIOS AL DERECHO – MAD / OBSERVATORIO DE MEDIOS EN DERECHOS HUMANOS
CENSAPRO – CENTRO DEL SABER PROFESIONAL




[1] En: Comunicado de prensa de la AngloGold Ashanti: “UNA PREGUNTA VICIADA NO DEFIENDE LOS INTERESES DE LA COMUNIDAD”, del 3 de julio  de 2013, firmado por: Sandra Ocampo Kohn, Gerente Comunicaciones , AngloGold Ashanti Colombia. Consultado el 12/08/3012.